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Nacionales

El coronavirus y el desafío que nos impone como sociedad

Pamela Ruiz

Por Pamela Ruiz

Practiquemos la solidaridad y la empatía en tiempos de COVID-19

Solidaridad y empatía son dos cosas que tienen mucho que ver, y es bueno, sobre todo en estos tiempos, tener claro de que se trata y saber por qué son herramientas fundamentales para todos como seres sociales que somos.

Sentimos empatía por una causa o con una persona cuando nos identificamos a nosotros mismos con esa situación, podemos incluso experimentar algunas emociones al igual que la persona involucrada.

Por otro lado, la solidaridad se presenta cuando luchamos por esa misma causa o junto con esa persona por sus mismas razones, aunque no nos sintamos identificados necesariamente, puede ser solo por ayudar.

El hecho de ser solidarios y además sentirnos identificados con la causa o la persona, desencadena dentro de nosotros una voluntad férrea, es entonces cuando las cosas se hacen con corazón y de corazón.

Estos dos valores, tanto la empatía como la solidaridad, se han ido perdiendo mucho a través del tiempo por distintos motivos. En nuestra actualidad, la realidad exige que los desarrollemos, porque “ser humano” no es sólo una condición, es una obligación.

El “ser humano” está llamado a trascender, a ir más allá de sí mismo. El significado de su existencia no le compete de forma inmanente, sino en comunión con aquello que el mundo y la vida le otorgan con cada vivencia.

La vida del “ser humano” adquiere sentido cuando se eleva por encima del instinto animal (de supervivencia y conservación) y trasciende a sí mismo, esto es, cuando su intención se enfoca hacia una tarea o un encuentro con otro ser humano, con amor. Es por eso, que es importante que cultivemos y desarrollemos estos valores, con consciencia y consideración por los demás. Ya que una mano amiga es siempre un aliciente para creer y confiar en la humanidad.

Sabemos que podemos ser una sociedad mejor y esto es responsabilidad de todos y de cada uno de nosotros. Depende de que hagamos cada uno para conseguir ser personas más empáticas y más solidarias, que reveamos como estamos educando a nuestros hijos, que ejemplo les estamos dando y que mundo vamos a dejar a las generaciones venideras.

Ponerse en el lugar del otro, en los zapatos del otro… eso es practicar la empatía.

Las emociones negativas como el estrés, la fatiga y el pánico pueden ser tan contagiosas como el nuevo coronavirus.

En situaciones atípicas o extremas cómo la que hoy estamos experimentando, es necesario aprender a saber cómo actuar ante la incertidumbre para no dejarse llevar por noticias falsas o el pánico. Un aspecto importante para sobrellevar este tiempo es tratar de mantener la calma y enfocarse en lo que sí podemos controlar. Por ejemplo, abastecerse sin caer en compras de pánico, ya que esto puede ayudarnos a sentirnos más tranquilos y en control. Otro aspecto es enfocarse en actividades que se pueden hacer en el hogar como la jardinería o manualidades, ya que ayudan a controlar la ansiedad. Ya fue suficientemente repetido en los medios de comunicación que, la cuarentena es buen momento para aprender algo nuevo o realizar actividades pendientes, como practicar un instrumento o terminar un libro. Esto te ayudará a sentirte más en control y aprovechar mejor el tiempo; fácilmente podrás encontrar tutoriales en internet sobre todo tipo de cosas (desde clases de piano, yoga, o aprender a tejer).

Si tienes hijos, estas actividades pueden servir además para conectar y crear nuevas actividades familiares. Es importante también, estar en contacto regular con familiares y amigos; en tiempos de distanciamiento social, es fundamental, ya que no hacerlo puede llevarnos a sentirnos aislados. Actualmente existen muchas aplicaciones y herramientas para hacerlo, desde Facebook y WhatsApp, hasta Zoom o Skype.

Por otro lado, se recomienda no estar constantemente revisando las noticias, en particular si esto detona emociones negativas. En estos tiempos de incertidumbre, la mayoría de las personas estamos nerviosas, ansiosas, por lo que es importante practicar la empatía.

El coronavirus y el distanciamiento social es algo que nos está afectando a todos de manera distinta, por lo que tener en cuenta que los demás pueden tomar esta situación de manera diferente, puede ayudarnos a conectar mejor ya sea con nuestros compañeros de trabajo, amigos o familiares.

También es importante recordar que cada persona maneja el estrés de manera distinta, tratar de entender al otro a través de la empatía, puede ayudarnos a manejar la situación mejor.

Las enfermedades contagiosas, cómo lo fue el SIDA en su momento, ponen al descubierto lo peor de nosotros como personas. Nos convertimos, tal vez por miedo o por desconocimiento, en seres egoístas, discriminatorios e hirientes.

Debemos ser conscientes que la situación que estamos atravesando nos franquea a todos; que el virus nos puede tocar a nosotros, a nuestra madre, a nuestro padre… a un hijo. Y plantearnos que perseguimos como seres humanos cuando se “escracha” en las redes, cuando producimos o compartimos mensajes en cadenas través de wathssap, divulgando datos personales, describiendo conductas privadas o formas de actuar o relacionarse; cuando juzgamos rápidamente, cuando hablamos de otra persona sólo por tener algo que hacer… en qué clase de persona nos convertimos? Cuándo buscamos culpables? Cuándo nos quejamos de absolutamente todo?

Siendo solidarios podemos marcar un alto en las agresiones y la discriminación.

Cuando las personas tienen miedo reaccionan de manera violenta, durante la cuarentena hemos visto ejemplos y momentos donde el miedo obnubila la razón y hace que las personas actúen con violencia; sucedió con médicos y enfermeros y con famosos contagiados.

Resulta absurdo atentar contra quien puede salvar nuestra vida, en el caso del personal de salud, y esta actitud también es condenable moralmente, porque estamos atentando contra la vida y la integridad de otra persona, sea famoso o sea una persona que realiza trabajos esenciales y arriesga su salud y la de su familia para cuidar a otros.

Para controlar esas conductas es necesario primero identificar qué sentimientos estamos viviendo ante esta situación y cómo nos están afectando.

Por solidaridad quedate en casa y respetá las reglas

Como ciudadanos hay dos tipos de acciones responsables que podemos tomar para afrontar la pandemia: de carácter intuitivo y de conciencia moral. Con relación a lo intuitivo, que es de sentido común, parece que lo más cuerdo es atender el llamado del “quédate en casa”, por una razón muy simple de entender, quien sale a la calle sin un motivo se expone a contraer el virus y expone a su familia al contagio.

Respecto al llamado a nuestra conciencia moral, desde el marco de una ética del cuidado y hospitalidad, podemos decir que es de justicia que nos quedemos en casa, nos solidaricemos y cuidemos a todas las personas vulnerables, como los médicos y enfermeras, pero también el personal de limpieza o policías, quienes corren un alto riesgo de contraer un contagio en los espacios donde trabajan.

Es importante ser responsables ante la pandemia, pues de no serlo, lo que para unos puede reflejarse simplemente como un fuerte catarro para otros puede significar una muerte segura.

El quedarse en casa es un acto de solidaridad y me quedo en casa porque al ponerme en el lugar de los demás me doy cuenta del daño que les puedo generar.

Hay que darnos cuenta del sufrimiento y el dolor que genera la enfermedad y en ese sentido reflexionar que yo no la quiero provocar; por lo tanto, mi solidaridad es desde casa, no saliendo y teniendo cuidados básicos de higiene.

También se es solidario respetando la privacidad de las familias y la identidad de los enfermos, no compartiendo sus fotos en redes sociales, siendo empático y ofreciendo ayuda en un momento difícil.

Recordá que una persona contagiada de COVID-19, no representa ningún riesgo si está aislado en su hogar, no especules acerca de su estado de su salud… No generes pánico en otras personas desinformando o creando sospechas inconducentes.


Fuente: Realidad Regional
Sociedad

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