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Política

El diputado Zavallo se durmió en el colectivo y cuando despertó estaba encerrado dentro de un galpón

Aterrado, creyéndose víctima de un secuestro, el legislador de Paraná comenzó a los gritos y a llamar a todos sus allegados con el celular que tenía en el bolsillo.

 

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Lo que comenzó como un sueño terminó en pesadilla para el diputado provincial que amaneció esta mañana tirado en el asiento de un colectivo de larga distancia vacío que se encontraba en un galpón cerrado.

El legislador se despertó y para él comenzó la pesadilla, ya que en el colectivo no había nadie y al intentar abrir las puertas y ventanas comprobó que estaba herméticamente cerrado.

En ese momento comenzó la desesperación para el diputado, quien, según comentó después a sus familiares, empezó a gritar para pedir ayuda, pero no había nadie en el galpón porque no había respuestas.

Luego de varios intentos desesperados, el legislador logró romper una de las ventanas con el martillo para emergencias y logró saltar del micro, lo que le produjo algunos moretones y magullones.

Pero al dirigirse hacia la puerta del galpón, el diputado comprobó que estaba cerrada por fuera, por lo que su desesperación seguía en aumento.

En medio de su angustia, el legislador notó que tenía su celular en el bolsillo, y comenzó a llamar a todos sus parientes, secretarios y colaboradores para que alguien lo rescatara.

Dicen que una vez que logró comunicarse, sus allegados comenzaron a rastrear las empresas de colectivos para ver cuál podía ser el galpón en el que se encontraba el diputado atrapado.

Todo empezó anoche cuando el diputado provincial Gustavo Zavallo subió en la terminal de Retiro en Buenos Aires a un colectivo para volver hacia Paraná. Según comentó, haciendo gala de una gran austeridad, habría elegido ese medio de transporte porque es más económico que el auto o el avión, en los que comúnmente viajan sus colegas.

De acuerdo con lo que explicó el diputado luego de ser rescatado del galpón, dentro del colectivo no funcionaba la calefacción, y el frio que sufrió en el vehículo le impidió dormir en todo el viaje.

El último recuerdo del diputado antes de dormirse sería haber visto el puente colgante de Santa Fe, y el sueño en el que cayó habría sido tan profundo que siguió durmiendo aún cuando todos los pasajeros bajaron del colectivo.

Aparentemente, los choferes también estaban muy cansados y se dirigieron al galpón para guardar el coche sin controlar que no quedara nadie en él.

Tal fue el julepe del legislador al despertarse que no se acordaba donde estaba, y hasta creyó que había sido secuestrado.

Fuente: Ricardo David

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