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Sociedad

Crueldad: Una yegua y su potranca por nacer murieron víctimas de maltrato

Ocurrió en Gualeguaychú. Una vecina informó que allí había “una yegua tirada, muerta de calor”. Pese a los esfuerzos realizados por el veterinario, falleció, y debido al estado de abandono en el que llevó su preñez, la potranca tampoco pudo sobrevivir.

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Una yegua y su potranca por nacer murieron víctimas de maltrato. Ocurrió el martes en calle Sobral, detrás del Cementerio Norte de Gualeguaychú.
Ese día, aproximadamente a las 12.30, una vecina informó que allí había “una yegua tirada, muerta de calor desde las 11” y que estaba “a punto de morir deshidratada”.
La Asociación Protectora de Animales “Patitas”, la Policía, la Dirección de Tránsito y los Bomberos se movilizaron para ayudar a rescatar a la yegua, que luego se supo, estaba preñada.
En la denuncia policial que “en el lugar se encontraba un equino, más precisamente una yegua, de pelaje saina colorada, la cual se encontraba en mal estado y en abandono, con cortaduras en diferentes partes del cuerpo; presentaba un bozal colocado con su correspondiente cordel, el cual se encontraba atado a un único árbol que había en el lugar, y que dicho animal se encontraba acostado en el suelo, sobre dicho cordón antes mencionado, sin alimento ni agua”.
La presidenta de Patitas, Viviana Carbó, realizó denuncia policial por lo ocurrido. En el escrito relató lo que el supuesto propietario de la yegua, “Pedro Daniel Robles”, le había explicado. Robles le dijo que el animal perteneció a un tal “Cachada Martinelli”; que la yegua era de pedigree y que se usaba para carreras, pero luego de haberse lesionado en una pata se la entregó a Robles, aunque no le facilitó la documentación. A su vez, Robles, la llevó a un campo de la Escuela Nº79, ubicada en el camino Rojas, y la dejó a cargo de “Facundo Pedroza”. Hace unos días, contó, fue a ver a la yegua y la encontró en muy mal estado, sin agua y sin comida, por lo que decidió traerla nuevamente a su predio.
Carbó contó a ElDía que en realidad, “la yegua tenía una cría de un año y meses, aproximadamente, que se encontraba en aquel campo de la Escuela Nº79 y por ese motivo llevó la yegua, para que la potranca se alimente y crezca bien, ya que se trataba de un animal de buena sangre. Pero a su vez, la hicieron preñar nuevamente a la yegua, sin alimentarla y cuidarla como necesitaba para su estado”, explicó la proteccionista.
La presidenta de la Asociación Protectora de Animales, luego de constatar in situ lo que ocurría solicitó ayuda. El médico veterinario Luis Ríos respondió inmediatamente, así como el Comisario Principal, Yari Sosa, personal de Inspección municipal, de Tránsito con su correspondiente grúa y los Bomberos Voluntarios.
La yegua, con avanzada preñez, fue hidratada con varios litros de agua que le suministró Carbó desde que llegó al lugar, pero no podía pararse. “Tuvimos que llamar a los Bomberos para que enfríen la chapa del camión donde íbamos a trasladarla”, dijo la proteccionista. Robles, consultado por el veterinario dijo que la yegua tenía unos seis meses de preñez, pero el veterinario, al practicarle un tacto comprobó que el potrillo estaba al nacer, por lo que la necesidad de compensar al animal se hizo urgente.
Luego de unos minutos, finalmente la yegua pudo ser trasladada al ex Frigorífico, donde el veterinario Ríos le colocó suero, medicamentos y le hizo las curaciones necesarias.
En la denuncia, Carbó dejó constancia de que si ella no se hacía presente en el lugar donde se encontraba la yegua, “Robles no iba a tomar ninguna medida sobre este animal, es decir, no lo iba a sacar del cordón, dejándolo en el rayo del sol, sin alimentación, sin agua, y sin los cuidados necesarios para su recuperación”.
La yegua, pese a los esfuerzos realizados por el veterinario, falleció, y debido al estado de abandono en el que llevó su preñez, la potranca tampoco pudo sobrevivir.
El médico veterinario Luis Ríos informó, por escrito, que encontró a la yegua “en decúbito dorsal, no pudiéndose incorporar por sus propios medios, en estado de shock, múltiples laceraciones en todo su cuerpo; heridas cortantes en ambos miembros de larga data no tratadas. Al examinarla, y por datos extraídos, confirmo que la misma se encontraba con una preñez a término…Se comienza a hidratar e inyectar medicamentos para calmar el dolor y tratar de inducir el parto en forma natural para preservar la vida del potrillo. Luego de todas las actuaciones y tratamientos debidos, la yegua muere. Al instante se realiza una cesárea de urgencia no pudiendo salvar tampoco a la potranca por el estado de inanición y deterioro de su madre, que obviamente, repercutió en su formación y fuerza al momento de nacer”.

(El Día)

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