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Sociedad

Con Devoción patriótica

Conmemorar la gesta revolucionaria del 25 de Mayo de 1810 es ir al rescate de las más puras esencias del sentido de Patria y Libertad. Los acontecimientos que culminaron con la elección de la Primera Junta de Gobierno Patrio, sin duda tenían un origen remoto de diversos acontecimientos que fueron gestando las ideas emancipadoras de América, la voluntad de autodeterminación, y por sobre todo, el derecho de exaltar las virtudes propias de los pueblos civilizados que no tenían por porqué seguir soportando tutelas y sometimientos.


Argentina

Poco tiempo había pasado desde las invasiones inglesas de 1806 y 1807, y de la inmediata reconquista de Buenos Aires por las tropas al mando de Santiago de Liniers, restituyendo el reconocimiento a España. Pero esos vertiginosos sucesos avivaron el anhelo independencista de los criollos, hijos de nuestra tierra, que comenzaban a trazar la culminación del predominio extranjero y la determinación decidida de quienes imbuidos en la idea y sentimiento de patria, apresuraban la marcha de un proceso revolucionario que se afirmaría el 25 de Mayo de 1810, para alcanzar su objetivo emancipador seis años más tarde al proclamar nuestra independencia en Tucumán, el 9 de Julio de 1816.


Muchos fueron los acontecimientos previos –y desde luego posteriores–, las luchas políticas, populares y militares que en aquellos años brotaron en la América que comenzaba a sacudirse del coloniaje. En el Alto Perú y en el Río de la Plata, el espíritu patriótico socavaba a la ya débil estructura del poder español. La colonia se derrumbaba para dar paso a la patria naciente. “Las brevas ya estaban maduras” para comenzar el proceso libertario.


Ya nada podía hacer el virrey Cisneros para contener la voluntad de los patriotas, decididos a establecer un gobierno revolucionario de régimen autónomo para la Independencia y la separación de España.


El Cabildo Abierto del 22 de Mayo fue la antesala inmediata para la toma de decisiones fundamentales. Patriotas como Manuel Belgrano –verdadero artífice de la revolución en ciernes–, Cornelio Saavedra, Juan José Paso, Juan José Castelli, Rodríguez Peña, Mariano Moreno, Vieytes, Azcuénaga, Larrea, Alberti y Beruti, eran los hombres que comenzaban a construir el país que hoy tenemos.


De ese movimiento de opinión surgieron los sucesos definitivos del 25 de Mayo de 1810. Los pormenores políticos del momento que se vivía en el Cabildo de Buenos Aires, exaltaba la expectación y el entusiasmo popular. La voz del pueblo se hizo escuchar, instituyéndose así la Primera Junta de Gobierno Patrio.



Por Guillermo Abregú

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