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Educación

¿Cómo cayó el salario real de los docentes entrerrianos?

Víctor Hutt, un trabajador de la educación, realizó un interesante análisis para explicar de manera práctica y sencilla el deterioro del salario docente.

 



 

El Informe


Observamos en el cuadro que en los años 2014 y 2015 el salario docente creció por encima de la inflación, logrando mejorar su poder adquisitivo, pero sufrió un importante recorte en el año 2016, se mantuvo a raya en el año 2017 y se está deteriorando drásticamente en el año 2018, este informe se hace con valores de septiembre de 2018, pero los indicadores económicos y los planes de gobierno hacen prever que el deterioro será superior al finalizar el año.

Observamos que el salario testigo del cargo de maestro al comienzo de la carrera se encuentra en $ 14.174, pero si los aumentos hubieran alcanzado los porcentajes de la inflación debiera ser de $ 16.039, aquí se visualiza claramente que se han perdido $ 1.969 con lo que se requiere un aumento del 14 % para compensar ese deterioro, esos $ 1.969 en el salario testigo son los que le faltan al docente para cubrir sus necesidades como antes lo hacía, lo que lo ha llevado a sacrificar bienes o servicios que poseía.
Ahora bien, si a este análisis lo hacemos teniendo en cuenta el valor en dólares del salario, vemos que el deterioro es mucho más profundo y es el que a la larga se irá traduciendo en precios e inflación, es decir, el panorama actual es de empobrecimiento, pero el panorama futuro es de profundo empobrecimiento de los trabajadores de la Educación y del resto de los trabajadores.
Entre los años 2014 y 2017 el salario mínimo docente oscilo alrededor de los 600 dólares y en septiembre de 2018 se encuentra en 370 dólares, aquí vemos una pérdida del ingreso del 38 % y si lo traducimos en pesos, un salario de 600 dólares significa $ 22.974, es decir que al docente que cobra $ 14174 le están faltando mensualmente de sus ingresos $ 8.800.

Estos cálculos reflejan lo que para muchos es una sensación, se siente un deterioro de la calidad de vida, esa sensación se debe a la falta de esos $ 8.800 que le faltan, que para un maestro con el máximo de antigüedad se traducen en $ 15.000 o 20.000 para un cargo directivo.

 

Les pido un ejercicio, supongan que este mes reciben esa suma extra e imaginen las cosas que podrían hacer, luego piensen si hace unos años la hacían o no, eso que antes podían y ahora no, es precisamente el deterior del salario que se muestra en este cuadro.
Una afirmación que quiero hacer es que los precios se ajustan al dólar finalmente, pero ese ajuste es amortiguado por condiciones de oferta y demanda, es decir, si el dólar sube un mes un 40 %, los precios deben subir un 40 %, porque suben los insumos, los servicios y los valores internacionales comparativos, esto no sucede rápidamente porque el empresario tiene que reacomodarse y mientras seguir vendiendo algo, por eso amortigua la suba del precio, pero a esto lo puede hacer un mes, dos o algunos más, trabajando a pérdida o con pocas ganancias, despidiendo trabajadores o pagando salarios menores, pero luego tendrá la alternativa de venderlo al exterior en dólares o en el país a su valor equivalente y el precio finalmente se ajustará al dólar. Esto hace suponer que los trabajadores aún no hemos sufrido el peor efecto de la rebaja salarial en dólares, pero los meses por venir seguramente serán más duros que los actuales.

Alguien dirá que no escuchó a ningún economista en la tele diciendo esto y seguramente es así, sencillamente porque los economistas que vemos en los medios de comunicación hegemónicos jamás nos dirán la verdad, sus análisis solo les sirven a ellos y para nosotros solo son basuras, para eso les recuerdo solo dos ejemplos muy actuales: los economistas nos dijeron que la inflación para 2018 no iba a superar el 15 %, eso fue para que aceptemos ofertas salariales del 15 %, yo creo que la inflación del 2018 superará ampliamente el 50 %, nos mintieron; el segundo ejemplo fue en el momento de la disparada del dólar, nos aseguraron que iba a quedar en 23 o 24 pesos, hoy está muy cerca de los 40, ellos compararon dólares, muchos miles de millones de dólares, mientras nosotros nos quedábamos tranquilos porque no iba a superar los 24 pesos, nos mintieron, se enriquecieron y los trabajadores nos empobrecimos.

Finalmente, para cerrar quiero decir claramente que no soy economista, que no tengo ningún título que lo acredite, que no tengo ningún curso de economía, pero que prefiero a un trabajador analizando economía, aunque no tenga títulos, antes que un operador de los ricos diciéndonos lo que nos conviene a los trabajadores.

Si nos sentamos a esperar que nos arreglen los problemas económicos los ricos serán cada vez más ricos y los trabajadores seremos cada vez más pobres y los pobres serán indigentes y los indigentes ya no encontrarán cartón para vender porque los contenedores de basura son visitados 10 veces por día por niños, adolescentes, adultos y ancianos, no queda ni un pan duro en ellos.

 

La historia nos convoca nuevamente a luchar contra los parásitos de la economía, que se enriquecen a costa nuestra y tienen el atrevimiento de querer hacernos creer que se merecen sus riquezas mal habidas y robadas a los trabajadores.

Víctor Hutt
Trabajador de la Educación

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