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Región

Bancario reconoció que desvió fondos a las cuentas de su familia

En un juicio abreviado, el exjefe de Contaduría del banco Nación de San Salvador, Carlos Berthet, asumió su culpabilidad y aceptó que lo condenen a la pena de dos años y seis meses de prisión

El exjefe de Contaduría del banco Nación sucursal San Salvador, Carlos Berthet, reconoció ayer en la Justicia Federal que desvió plata de las cuentas operativas del Banco Nación a las cajas de ahorro y cuentas corrientes de sus familiares.
En un juicio abreviado, el exbancario, de 57 años, aceptó cumplir una condena de 2 años y seis meses de prisión condicional por el delito de Defraudación calificada a una Administración Pública. Además, Berthet asumió su compromiso de devolverle al banco los 77.240 pesos que sustrajo, más el monto que surja de los intereses devengados.
Con la anuencia del procesado, el fiscal Federal José Ignacio Candiotti y el defensor oficial Mario Franchi celebraron el acuerdo de partes, que el Tribunal Oral Federal integrado por Noemí Berros, Daniel Alfonso y Mateo Busaniche deberá evaluar y dar a conocer su dictamen.
Una carrera truncada Berthet ingresó al banco en 1981, pero recién a fines de la década del 90 llegó a ocupar un cargo trascendente en la entidad bancaria nacional. Según la acusación fiscal, el exjefe de Contaduría realizó 65 movimientos indebidos de fondos entre el 2000 y 2001. Tales maniobras le causaron al banco un perjuicio económico que rondó los 77.240 pesos.
Según se probó, en múltiples ocasiones Berthet habría contabilizado débitos indebidos de la cuenta del banco Otros Depósitos Sub-Cuenta Varios – Orden Gerente y Tesorero, generando sumas de dinero que había justificado mediante boletas de depósito y cheques con datos irreales que acreditaba en su propia caja de ahorro y en las cuentas corrientes de terceros (su hermano Daniel Berthet y una sociedad que él mismo integraba; su esposa y su suegro). Estas sumas luego eran cobradas por caja, mediante cajero automático o debitada de las cuentas corrientes de sus familiares para girarlas a las sucursales de Colón y de Lucas González por deudas propias, logrando de tal modo además que no se advirtiera su proceder.
Las maniobras comenzaron a ser tan seguidas, pues la cuenta poseía fondos suficientes en ese momento de partidas pendientes de acreditar, que quedó en “rojo”. Los peritajes realizados determinaron que para tratar de solucionar el inconveniente, Berthet supuestamente realizó una operación a fin de crear fondos para cubrir el faltante, resultando de igual modo perjudicado el Banco Nación Argentina, ya que la entidad debió afrontar las diferencias de dinero. Tras 10 años, Berthet aceptó su culpabilidad y le puso fin a la historia.

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